Capítulo 3 Habilitadores e inhibidores de la cohesión social

Los capítulos anteriores entregaron una medición de la cohesión social y mostraron su evolución en el tiempo. Sobre esta base, este capítulo ofrece un análisis de la cohesión social en Chile en relación con una serie de factores que, en el marco del modelo conceptual de la CEPAL, denominamos elementos habilitadores y/o inhibidores de la cohesión social. La pregunta a abordar en este espacio es ¿qué factores afectan los niveles de cohesión social? Antes de responder esta pregunta es necesario establecer una forma de analizar los indicadores de cohesión social para las nueve subdimensiones que componen la medición. Una posibilidad es analizar los factores en relación con cada una de las nueve subdimensiones, pero esta estrategia tiene la desventaja de enfocarse en las subdimensiones por separado y perder de vista la cohesión social como referencia general. Por ello, inicialmente generaremos una tipología de cohesión social que permitirá identificar distintos perfiles o tipos de personas en relación con los indicadores descritos en los capítulos anteriores. En base a esta tipología analizaremos cómo los distintos perfiles se asocian con factores que habilitan o inhiben la cohesión, tales como educación, ingreso, situación laboral, entre otros.

3.1 Perfiles de cohesión social

La construcción de perfiles o tipos en el análisis de datos posee distintas aproximaciones, que en términos simplificados se resumen en dos: diferenciación de niveles y diferenciación de perfiles o tipos. En el caso de la diferenciación de niveles, una estrategia posible es promediar el puntaje de todos los indicadores y categorizar a las personas en niveles estableciendo ciertos puntajes de corte, por ejemplo “alto” quienes poseen puntaje sobre el promedio, y “bajo” a aquellos que puntúan igual o bajo el promedio. Esta aproximación tiene la ventaja de ser muy simple, pero desconoce las posibles diferencias sistemáticas en las respuestas de las personas. Por ejemplo, si hubiese solo dos indicadores, una persona con alto puntaje en uno y bajo en otro obtendrá el mismo puntaje que otra persona con puntajes contrarios en los mismos indicadores. Por ello, con el objetivo de representar de mejor manera las diferencias individuales en una serie de variables o indicadores se prefiere la segunda alternativa, que diferencia perfiles de respuesta, que estimaremos con la técnica de Análisis de Clases Latentes.

El procedimiento de clasificación por medio de Análisis de Clases Latentes se asemeja a la construcción de una tipología en la cual se hacen resaltar ciertos aspectos que caracterizan los individuos. La diferencia entre los perfiles corresponde a una determinada combinación de atributos cuya diferencia con otro tipo no es de grados sino cualitativa. Etiquetar ciertas combinaciones de respuesta como un determinado perfil tiene valor informativo y ayuda a simplificar el análisis y la interpretación. Por ejemplo, alguien que posee alta confianza en los vecinos pero no en las instituciones es cualitativamente distinto de alguien que confía en las instituciones pero no confía en los vecinos; la diferencia entre las combinaciones no se reduce a mayor o menor confianza, porque incorpora distintos patrones de respuesta.


Recuadro metodológico: Análisis de clases latentes

Para generar los perfiles de cohesión social en el presente capítulo se utiliza el análisis de clases latentes (ACL) (Collins y Lanza, 2010). En términos simples, este procedimiento de estimación supone que los niveles observados en los patrones de respuesta son generados por una variable subyacente o latente con dos o más tipos. El ACL ubica la clasificación en el marco de los modelos de ecuaciones estructurales, por lo que la estimación maximiza la probabilidad de que un individuo pertenezca a una clase o perfil. Con este análisis se obtienen dos estimaciones principales: la probabilidad de pertenencia al perfil dado el puntaje en el indicador, y el tamaño o proporción de cada uno de los perfiles en la población.

El procedimiento incorpora una dimensión longitudinal pues considera todas las mediciones disponibles en las distintas olas del panel. Aunque lo anterior reduce la cantidad de casos a quienes respondieron en todas las olas (N=1490 aproximadamente), ofrece mayor estabilidad en la estimación.

Los tipos de personas obtenidos en este análisis se interpretan como diferencias sistemáticas en los perfiles de respuesta individual, que clasifican en un mismo grupo a quienes poseen perfiles similares.


La estimación con ACL para los indicadores de cohesión social utiliza las variables observadas dentro de cada una de las dimensiones en todas las olas del panel. Se procedió a calcular las medias de los ítemes que componen cada una de las 9 subdimensiones en cada año; posteriormente se calculó la media de las subdimensiones en todos los años, obteniendo un puntaje para cada respondente en cada subdimensión. Las medias de las subdimensiones fueron dicotomizadas usando la mediana como punto de corte. El análisis de clases latentes considera entonces nueve variables dicotómicas que describen los individuos en términos de alto o bajo puntaje en cada subdimensión de la cohesión social en todas las olas del panel.

El procedimiento de estimación de ACL consiste en generar modelos con distinto número de perfiles y comparar sus estadísticos de ajuste. Luego de realizar estas estimaciones, el modelo con mejor ajuste fue el de tres perfiles. En base a este número es posible representar gráficamente la estructura de cada perfil según sus niveles (o probabilidad de pertenencia a un perfil) en cada una de las subdimensiones, tal como se presenta en la Figura 3.1:

Figura 3.1: Tipología de los perfiles de cohesión social.

Tipología de los perfiles de cohesión social.

En el gráfico de la Figura 3.1 el eje horizontal presenta las subdimensiones de cohesión social del modelo de la CEPAL, más una dimensión territorial añadida para este trabajo, la cual se ubica junto a las otras subdimensiones de la dimensión de pertenencia. Las tres líneas identifican a cada uno de los perfiles y su nivel (probabilidad) de respuesta en cada indicador. Los perfiles fueron luego etiquetados para dar un sentido sustantivo a cada uno, donde se configuran tres grupos: Movilizados, Legitimantes y Atomizados, que se describen a continuación. En términos más generales, los perfiles refieren a las dimensiones horizontal (vínculos con los demás) y vertical (vínculos con organizaciones e instituciones) de la cohesión social descritas inicialmente por Chan, To y Chan (2006) y retomadas en un informe reciente del PNUD sobre cohesión social (UNDP, 2020).

  • Movilizados: Dimensión horizontal de la cohesión social

Este conjunto de personas comprende un 42% de la muestra, siendo el perfil identificado de mayor tamaño. Los elementos que destacan este perfil remiten a una dimensión horizontal de la cohesión social en la cual los principios de cooperación y respeto entre iguales operan como organizadores de la vida social. Estas personas se caracterizan por sus conductas prosociales, orientadas al altruismo y la solidaridad, así como su activa participación cívica y mayor respeto a la diversidad de minorías visibles. Este grupo de movilizados se diferencia del grupo de legitimantes porque, sin llegar a los niveles del grupo atomizado, se identifica menos con el país, creen que no hay justicia en la distribución de recompensas sociales y posee menor confianza en instituciones.

  • Legitimantes: Dimensión vertical de la cohesión social

Este grupo comprende un 32% de la muestra. Sus características refieren a una forma de cohesión vertical o jerarquizada, en la cual las instituciones y la identificación nacional organizan el comportamiento individual. Estas personas se identifican fuertemente con el país, donde perciben que operan principios de justicia fundados en el mérito, confían en las instituciones y son apegados al barrio. Son menos tolerantes a la diversidad social, están aislados socialmente con respecto a la cantidad de personas que se conocen con distintas ocupaciones, muestran menor solidaridad y baja probabilidad de participación cívica.

  • Atomizados:

Presentan los niveles más bajos en todas las subdimensiones y comprenden un 26% de la muestra. Destacan la carencia de lazos sociales, así como sus bajos niveles de identificación y solidaridad. La situación de este grupo puede describirse en términos de aislamiento social o desafiliación en cualquier aspecto. Los integrantes de este grupo no poseen una identidad social firme, cualquiera que ella sea, desconfían tanto de las instituciones como de sus pares, no cuentan con redes de apoyo y son intolerantes de la diversidad. La condición de atomización o aislamiento social no se corresponde necesariamente con la exclusión social, sino que refleja las dificultades o preferencias para establecer vínculos sociales o simbólicos, horizontales o verticales.

En resumen, las principales características de los perfiles de cohesión social son las siguientes:

  • Perfil Movilizado: Dimensión horizontal (42%)
    • conductas prosociales orientadas al altruismo y la solidaridad
    • activos en participación cívica
    • altos en respeto a la diversidad cultural
  • Perfil Legitimante. Dimensión vertical (32%)
    • identificación con el país
    • creen que en Chile las personas son recompensadas por su inteligencia y su esfuerzo
    • exhiben un nivel comparativamente alto de confianza en las instituciones
    • más altos en confianza vecinal
    • bajos en lazos y participación
  • Perfil Atomizado (26%)
    • baja probabilidad de pertenecer a los grupos movilizados o legitimantes.
    • bajo nivel en todos los indicadores de cohesión social

3.2 Perfiles de cohesión social en el territorio nacional

En base a la definición de los perfiles de cohesión social en primer lugar presentamos una descripción territorial a modo exploratorio. Esto permite apreciar la pauta predominante en cada región del país, como se muestra en la Tabla 3.1. Debido a que la muestra ELSOC es de carácter nacional, y no posee representación regional, la Tabla 3.1 presenta 13 regiones, pero el análisis se concentra en seis que poseen suficientes casos.

Tabla 3.1: Distribución de los perfiles de cohesión social por región
Perfiles de cohesión social
Agrupacion territorial Region Movilizados Legitimantes Atomizados N=100%
Zona norte Tarapaca 54.5 27.3 18.2 22
Zona norte Antofagasta 60.0 25.7 14.3 35
Atacama Atacama 51.9 22.2 25.9 54
Coquimbo Coquimbo 28.2 42.4 29.4 85
Valparaiso Valparaiso 46.4 28.1 25.4 224
Metropolitana Metropolitana 47.8 26.6 25.6 425
Ohiggins Lib. Gral. B. Ohiggins 56.6 20.8 22.6 53
Maule Maule 38.8 38.8 22.3 121
Zona centro-sur Bio Bio 37.8 38.2 24.0 275
Araucania Araucania 36.4 39.7 24.0 121
Zona sur Los Rios 12.9 74.2 12.9 31
Zona sur Los Lagos 48.5 30.3 21.2 33
Zona sur Aysen 63.6 18.2 18.2 11

La distribución de los perfiles en cada región es marcadamente diferente, pero no es posible identificar pautas claras que asocien las características de los territorios con los perfiles de cohesión social. De todas formas, siete de las 13 regiones poseen un número de casos que no asegura representación, por lo que los resultados no se exponen en su totalidad.

En el perfil de cohesión horizontal que denominamos “movilizados”, ocho regiones se encuentran por sobre la media nacional de este perfil. Destacan la Región Metropolitana (47.8%) y de Valparaíso (46.4%). La región de Coquimbo (28.2%) presenta el valor más bajo en esta dimensión.

En el perfil de cohesión vertical que denominamos “legitimantes”, cinco regiones se encuentran por sobre la media nacional de este perfil, cuatro de ellas con suficientes casos, destacando Coquimbo (42.4%). El nivel más bajo en este perfil se encuentra en la región Metropolitana (26.6%), no demasiado alejado de la media nacional.

El perfil atomizado presenta valores próximos a la media en las regiones con mayor número de casos, encontrándose su nivel más alto en Coquimbo (29.4%) y el más bajo en Maule (22.3%). Las pautas presentes en BioBio y La Araucanía se asemejan a la distribución observada a nivel nacional, con alguna mayor presencia del perfil legitimante.

Figura 3.2: Mapa de la distribución de los perfiles de cohesión social por región.

Mapa de la distribución de los perfiles de cohesión social por región.

La Figura 3.2 muestra gráficamente la distribución de la intensidad de las tipologías de clases latentes en las distintas regiones del país. Debido a que la muestra utilizada en este informe no incluye casos para todas las regiones y en algunas se posee una muestra pequeña, los casos fueron agrupados. Específicamente, se agruparon en a) Zona norte: las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Arica y Parinacota; b) Zona centro-sur: Bio Bio y Ñuble; y c) Zona sur: Los Ríos, Los Lagos, Aysén y Magallanes. El gráfico se construye, por lo tanto con datos para 10 agrupaciones territoriales, de las cuales 7 corresponden a regiones de la actual división político administrativa chilena (Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’higgins, Maule, Araucanía) y 3 a las zonas territoriales ya señaladas.

3.3 Perfiles de cohesión según elementos habilitadores

Los tres perfiles de cohesión social permiten agrupar individuos con perfiles de cohesión similares, para así poder describirles en términos de su inclusión social. Los elementos de inclusión son el área preferente de implementación de las políticas públicas y pueden concebirse como habilitadores o inhibidores de la cohesión social. La definición de la CEPAL (2021) presentada en el Capítulo 1 comprende la cohesión social como la igualdad en las relaciones sociales, el sentido de pertenencia, la orientación hacia el bien común y la legitimidad democrática. La definición describe un proceso e incorpora un elemento normativo destinado a orientar las políticas públicas, consistente con el marco establecido por la Agenda 2030. La habilitación se refiere a elementos de la estructura social (inclusión) que favorecen la orientación de un modelo de cohesión volcado a la igualdad. Además la cohesión social puede también enfrentar disrupciones ya sea estructurales, como exclusión persistente, o coyunturales como los ciclos económicos o recientemente la pandemia asociada al covid-19.

La identificación de los efectos de los factores habilitadores provee indicaciones relevantes para la política pública, en la medida que identifica los elementos de inclusión que refuerzan la cohesión social o reducen la atomización. Si bien las políticas públicas abocadas a la inclusión social no tienen como propósito afectar la cohesión social, sus efectos pueden ocurrir como consecuencias no previstas. Por lo tanto, contar con indicaciones de los efectos de las políticas públicas sobre la cohesión social puede intencionar y potenciar el valor creado por la inclusión.

Los factores habilitadores que se presentan a continuación están clasificados en ocho grupos: inclusión laboral, sexo, edad, educación, nivel de ingreso, etnia, nacionalidad, aislamiento territorial.

3.3.1 Inclusión laboral

El acceso al mercado de trabajo se encuentra estrechamente asociado con el bienestar de las personas. En efecto, la superación de la pobreza depende en gran medida de la inserción laboral. En América Latina, Chile no es una excepción: las condiciones de trabajo informal, asociadas con pobreza y precariedad comprenden una parte significativa de la fuerza de trabajo. Las inserciones más débiles en el mercado de trabajo podrían afectar negativamente los niveles de cohesión social. El empleo formal comprende a los ocupados que cumplen con cualquiera de las siguientes condiciones: no poseen contrato laboral, no emiten boletas o facturas, no poseen cobertura de salud, no se encuentran cotizando para su pensión de retiro.

Tabla 3.2: Efecto del tipo de empleo sobre los perfiles de cohesión social en porcentaje
Tipo de empleo
Perfiles de cohesión social Formal Informal
Movilizados 55.7 43.6
Legitimantes 23.5 34.1
Atomizados 20.8 22.3
N=100% 592.0 314.0

En la Tabla 3.2 se muestra que, en el empleo formal, el perfil de cohesión social con mayor proporción es el movilizado. Si bien los informales también son mayoritariamente movilizados (43.6%), en ellos aumenta considerablemente la proporción del perfil legitimante (34.1% vs 23.5%).


Recuadro metodológico: Clave para la lectura de las tablas

Las tablas presentan las distribuciones de los perfiles de cohesión social bajo diferentes condiciones o elementos habilitadores. Las tablas se presentan en porcentajes de columna como una forma de establecer el efecto de la condición sobre el perfil. En la medida que la distribución de los porcentajes en las columnas se alejan de la distribución total puede decirse que hay un efecto mayor de esa condición sobre el perfil. Una asociación fuerte puede modificar incluso el orden de los porcentajes, lo cual no siempre es el caso. Las asociaciones más débiles indican mayor probabilidad de ocurrencia de un perfil bajo determinada condición. En la interpretación no debe suponerse que la condición determine completamente la probabilidad de asignación al perfil.


En la Tabla 3.2, 55.7% de quienes poseen un empleo formal se ubican en el perfil movilizado, por contraste con 43.6% de quienes poseen un empleo informal. Ello indica que hay más probabilidad de pertenecer al grupo movilizado cuando se desempeña un empleo formal. No obstante, el efecto de la formalidad del empleo no es tan fuerte como para que otro perfil sea el mayor entre quienes desempeñan un empleo informal, a pesar que la probabilidad de pertenecer al perfil legitimante es mayor entre los informales.

3.3.2 Inclusión social

Hay diversas dimensiones en las brechas de participación en las condiciones de vida que una sociedad ofrece a sus integrantes.

  • La etapa de transición demográfica en que se encuentra Chile muestra un peso creciente de los adultos mayores, quienes enfrentan condiciones de vida difíciles, por lo que se podría esperar pautas distintivas de cohesión social entre ellos. La Tabla 3.3 presenta los perfiles de cohesión según grupos de edad
Tabla 3.3: Efecto de la edad sobre los perfiles de cohesión social en porcentaje
Grupos de edad
Perfiles de cohesión social Entre 18 y 29 Entre 30 y 39 Entre 40 y 49 Entre 50 y 59 Mas de 60
Movilizados 66.3 57.0 49.6 39.7 21.8
Legitimantes 9.1 14.3 27.7 35.2 57.2
Atomizados 24.6 28.7 22.7 25.1 21.0
N=100% 175.0 286.0 264.0 375.0 390.0

El perfil de cohesión movilizada es más probable de encontrar en edades más jóvenes, disminuyendo de manera sostenida a medida que se incrementa la edad. Lo contrario ocurre con la cohesión legitimante, que es más probable de aparecer a medida que aumenta la edad. Aunque los datos corresponden a un panel, por el periodo que cubre, no es posible establecer si este efecto se debe al paso del tiempo o corresponde a efectos de tipo generacional.

  • El sexo de las personas se traduce en roles de género que afectan sus posibilidades de inclusión. Aún cuando desde los años 2000 y hasta 2020 las mujeres se incorporaron crecientemente al mercado laboral, la situación de pandemia afectó negativamente este proceso. Parte de la retracción de la participación laboral femenina está explicado en gran medida por los roles de género en el cuidado, que se vieron incrementados por las cuarentenas.
Tabla 3.4: Efecto del sexo sobre los perfiles de cohesión social en porcentaje
Sexo
Perfiles de cohesión social Hombre Mujer
Movilizados 47.7 40.8
Legitimantes 31.7 33.0
Atomizados 20.6 26.2
N=100% 520.0 970.0

La Tabla 3.4 indica que los hombres muestran mayor probabilidad de asociación con la cohesión movilizada, mientras que entre las mujeres destaca su mayor propensión a la atomización en comparación con los hombres. No hay diferencias notorias entre hombres y mujeres en el perfil de cohesión legitimante.

  • El acceso a la educación constituye un fuerte principio estructurador en la sociedad chilena, generalmente asociado con el status socioeconómico y, en sus niveles más altos, con la reproducción en los círculos sociales más deseables. En la medida que la fase de expansión en el acceso a la educación universitaria es relativamente reciente, puede esperarse mayor cohesión social entre las personas que han tenido mayor exposición al sistema formal de educación. La educación está clasificada en cuatro grupos: Menos que enseñanza media, Enseñanza media Completa, técnica y universitaria.
Tabla 3.5: Efecto de la educación sobre los perfiles de cohesión social en porcentaje
Nivel educacional
Perfiles de cohesión social Menos que media completa Media completa Educacion tecnica superior Educacion universitaria o Postgrado
Movilizados 21.2 44.4 57.1 72.7
Legitimantes 50.0 27.9 21.4 15.9
Atomizados 28.8 27.7 21.4 11.4
N=100% 528.0 459.0 238.0 264.0

La Tabla 3.5 muestra que hay una estrecha asociación entre el acceso a la educación y los perfiles de cohesión social. El perfil movilizado se incrementa junto con el nivel educacional, alcanzando 72.7% entre quienes cuentan con educación universitaria. Por contraste, el perfil legitimante es más característico de quienes cuentan con menor nivel educacional, alcanzando 50% de quienes cuentan con menos que enseñanza media completa. En cuanto a la atomización, este perfil sólo disminuye significativamente entre quienes cuentan con algún tipo de educación superior. El acceso al sistema educativo favorece la cohesión movilizada y reduce las tendencias a la atomización.

  • Los ingresos de las personas se encuentran estrechamente asociados con los niveles de educación, si bien en niveles menores a la enseñanza superior pueden encontrarse grandes variaciones. Por lo anterior es posible que el nivel de ingresos tenga un efecto independiente de la educación. Los niveles de ingreso están medidos en quintiles, siendo el quintil 1 el de menores ingresos y el quintil 5 el de mayores ingresos y que corresponden gruesamente al ingreso autónomo (ver informe Clases medias en tiempos de crisis).
Tabla 3.6: Efecto de los quintiles de ingreso sobre los perfiles de cohesión social en porcentaje
Quintiles de ingresos
Perfiles de cohesión social Quintil 1 Quintil 2 Quintil 3 Quintil 4 Quintil 5
Movilizados 20.6 38.1 39.1 48.4 69.5
Legitimantes 49.7 33.6 33.5 27.7 18.6
Atomizados 29.7 28.3 27.5 23.9 11.9
N=100% 286.0 286.0 284.0 285.0 285.0

La Tabla 3.6 muestra que la asociación con la cohesión movilizada se incrementa junto con el ingreso, mientras que la cohesión legitimante se encuentra con más probabilidad en los ingresos más bajos. La atomización sólo disminuye significativamente en el quintil de mayor ingreso. Dada la alta asociación entre ingresos y educación no es posible establecer el efecto neto del ingreso y la educación.

  • La pertenencia a pueblos indígenas ha estado asociado con bajos niveles de inclusión social. Por mucho tiempo invisibilizada, en las últimas dos décadas el estado chileno ha reconocido la existencia de pueblos indígenas, acordando diversos beneficios sociales asociados con esta condición. Como contrapartida, el reconocimiento de la condición de indígena ha conllevado a un fortalecimiento de la identidad étnica.
Tabla 3.7: Efecto de la pertenencia a una etnia sobre los perfiles de cohesión social en porcentaje
Etnia
Perfiles de cohesión social Ninguna Pertenece a una etnia
Movilizados 42.3 50.0
Legitimantes 33.5 26.7
Atomizados 24.2 23.3
N=100% 1300.0 172.0

La Tabla 3.7 muestra que los respondentes que declaran pertenecer a una etnia se asocian con más probabilidad a un perfil de cohesión movilizada, mientras que quienes no se identifican con alguna etnia se asocian con más probabilidad a un perfil de tipo legitimante. El reconocimiento de la condición étnica, específicamente la pertenencia a un pueblo indígena, se encuentra asociado con mayor participación cívica y respeto a la diversidad.

3.3.3 Inclusión territorial

La segregación territorial, especialmente la que se encuentra asociada con el nivel socioeconómico constituye un rasgo distintivo de los países latinoamericanos, del cual Chile no escapa. Por la naturaleza de los datos de la encuesta ELSOC, no es posible hacer distinciones entre espacio rural y urbano. Un primer nivel de la segregación se refiere a la dominancia urbana que posee la capital del país, asociada también con acceso a mejores servicios, por lo que se pueden esperar diferentes niveles de cohesión social al comparar Santiago y el resto de las regiones.

El concepto de aislamiento social de los territorios fue acuñado por William Julius Wilson para explicar la condición de áreas urbanas de Chicago caracterizadas por concentración de la pobreza, desempleo, bajos niveles de escolaridad y reducida integración en la fuerza de trabajo. Su explicación apunta a que la vida en un vecindario donde la mayor parte de la población se encuentra en una situación de desventaja social constriñe las oportunidades de inclusión social. Los elementos de desventaja social pueden especificarse con el acceso a recursos públicos tales como servicios públicos, conectividad, fuentes de trabajo y centros de consumo. En los territorios limitados en estos aspectos es más improbable que florezca la cohesión social.

La literatura sobre el efecto de los barrios en los comportamientos individuales muestra resultados matizados en cuanto a los efectos de exposición a la diversidad. Idealmente, el contacto entre personas diversas debiera favorecer la tolerancia y el respeto, si bien algunos destacan que también ello puede desatar conflictos y competencia. En Chile se ha mostrado que las diferencias socioeconómicas en el entorno poseen efectos negativos sobre la sociabilidad, mientras que las diferencias étnicas y culturales favorecen la sociabilidad (Garreton, Espinoza y Cantillan, 2021).

En las siguientes tablas revisamos los efectos de los recursos disponibles en barrios sobre los niveles de cohesión. Operativamente se entiende por barrio el área establecida por el radio de un kilómetro desde el centro de la manzana en que se ubica el respondente. Los datos ELSOC se encuentran georeferenciados, por lo que se pueden asociar con características de los territorios obtenidas de censos nacionales o datos administrativos.

El grado de accesibilidad a establecimientos educacionales constituye uno de los elementos de inclusión social más valorados. De hecho, a nivel individual, los niveles educativos muestran una clara asociación con los perfiles de cohesión. En los territorios puede ser algo menos claro debido a que la proximidad geográfica de la oferta educacional puede no estar asociada con las preferencias de los residentes. Más aún, en algunos barrios de alto ingreso los establecimientos no se encuentran a distancias peatonales, sino que suponen la disponibilidad de transporte motorizado.

La siguiente tabla muestra la relación entre perfiles de cohesión social y la accesibilidad de colegios considerando el ajuste entre oferta (matriculas) y demanda (población en edad escolar) en un radio de 15 minutos a pie, a nivel de manzana (CIT). La disponibilidad de servicios para la población indicará que el acceso no se encuentra segregado territorialmente. Idealmente, si toda la población en edad escolar de un territorio asistiera al establecimiento más cercano, la medida estima si esa necesidad está cubierta por la disponibilidad del servicio. Por cierto, la medida es aproximada dado que el acceso puede estar asociado con disponibilidad de transporte motorizado.

Tabla 3.8: Efecto de la proximidad a establecimientos educacionales sobre los perfiles de cohesion social
Acceso a colegios
Perfiles de cohesión social Menor proximidad Alta proximidad
Movilizados 45.1 37.6
Legitimantes 29.8 40.9
Atomizados 25.1 21.5
N=100% 1118.0 372.0

La Tabla 3.8 muestra que en los barrios que cuentan con alta proximidad a establecimientos educacionales, los respondentes corresponden con más probabilidad al perfil de cohesión legitimante. En cambio, en barrios más distantes de los establecimientos educacionales se encuentra con más probabilidad a quienes corresponden al perfil movilizado.

La Tabla 3.9 presenta la dispersión de niveles educacionales de los sostenedores del hogar en el barrio del respondente, de acuerdo con datos de la zona censal del CENSO 2017. La dispersión corresponde a la desviación estándar de los años de escolaridad alcanzados por el/la sostenedor/a del hogar. La variable fue segmentada en cuartiles de forma que la mayor dispersión de la escolaridad se encuentra en el cuartil 4 (25% superior), mientras quienes se encuentran en entornos con menor dispersión de niveles educacionales comprenden los cuartiles 1 al 3 (75% inferior).

Tabla 3.9: Efecto de la dispersión de la escolaridad en el barrio sobre los perfiles de cohesion social
Dispersión de la media de años de escolaridad sostenedor del hogar
Perfiles de cohesión social Menor dispersión Mayor dispersión
Movilizados 44.3 39.9
Legitimantes 28.6 44.2
Atomizados 27.0 15.9
N=100% 1117.0 371.0

Quienes viven en barrios con una mayor dispersión en sus niveles educacionales se caracterizan por un perfil legitimante, mientras aquellos que viven en barrios con menor dispersión educacional son mayoritariamente movilizados y también, comparativamente más atomizados. Los resultados muestran que los efectos del barrio son fuertes y demandan mayor elaboración dado que son menos lineales que los observados para los factores individuales. Tanto movilizados como atomizados tienen mayor probabilidad de aparecer en entornos de menor dispersión de la escolaridad, esto es en barrios relativamente homogéneos desde el punto de vista de su escolaridad. La pauta puede interpretarse como efectos de la homogeneidad en altos y bajos niveles de educación, que muestran asociación más probable con los perfiles movilizado y atomizado, respectivamente. Hay un fuerte efecto de la dispersión en la escolaridad, esto es, barrios de mayor mixidad escolar, que incluso altera el peso de los perfiles en estos barrios, dejando a los legitimantes como el grupo mayoritario. En suma, la mixidad apunta a pautas de cohesión vertical, mientras que la homogeneidad refleja los efectos divergentes de la segregación territorial.

La Tabla 3.10 presenta la proporción de ocupados en el barrio utilizando nuevamente una segmentación por cuartiles para los niveles de ocupación. Este indicador también está calculado a partir de la zona censal del CENSO 2017. A nivel individual, la inserción en el mercado de trabajo, especialmente en ocupaciones formales favorece el perfil de cohesión movilizado. En general, el barrio debiera reforzar este efecto, si bien puede esperarse que entre los ocupados el peso del empleo informal incida en los perfiles de cohesión social.

Tabla 3.10: Efecto de la proporción de trabajadores ocupados sobre los perfiles de cohesion social
Cantidad de trabajadores ocupados
Perfiles de cohesión social Menor proporción de ocupados Mayor proporción de ocupados
Movilizados 41.9 47.2
Legitimantes 35.5 23.7
Atomizados 22.6 29.1
N=100% 1117.0 371.0

Los barrios con mayor proporción de ocupados presentan alta probabilidad de que los respondentes correspondan al perfil movilizado, que es a su vez el de mayor peso en el total. La cohesión legitimante se encuentra con mayor probabilidad en barrios con menor porcentaje de ocupados. Sin embargo, hay una probabilidad alta que en barrios con mayor proporción de ocupados los respondentes pertenezcan al perfil atomizado. Los efectos de la inserción laboral en el mercado de trabajo deben interpretarse con mayores antecedentes, considerando la segregación territorial asociada con empleos de menor calidad. Es probable que el perfil atomizado se encuentre asociado con territorios en los cuales predominan empleos de baja calidad o informales.

Los trabajadores sin ocupación están generalmente asociados con condiciones desmejoradas de vida, dado que el desempleo es un aspecto recurrente que, en la medida que se reitera puede asociarse con el acceso a empleos de cada vez peor calidad. La Tabla 3.11 presenta la proporción de los trabajadores que buscan empleo en el barrio del respondente, segmentada por cuartiles y calculada a partir de la zona censal del CENSO 2017.

Tabla 3.11: Efecto de la proporción de trabajadores cesantes sobre los perfiles de cohesion social
Cantidad de trabajadores buscando empleo
Perfiles de cohesión social Menor proporción de desempleados Mayor proporción de desempleados
Movilizados 43.7 41.8
Legitimantes 34.2 27.5
Atomizados 22.1 30.7
N=100% 1117.0 371.0

Los efectos más marcados de la proporción de desempleados se manifiestan sobre los perfiles legitimantes y atomizado, mientras que no se observa un efecto del entorno sobre el perfil de movilizados. El perfil de cohesión legitimante se encuentra con más probabildad en barrios con pocos desempleados. El perfil de atomización se ubica en barrios con mayores niveles de desempleo, probablemente caracterizados por condiciones de vida desmejoradas.

La siguiente tabla muestra la accesibilidad a servicios y equipamientos públicos, considerando el ajuste entre oferta (número y tamaño de equipamientos) y demanda (población) en un radio de 15 minutos a pie.

Tabla 3.12: Efecto del acceso a servicios y equipamientos públicos sobre los perfiles de cohesión social en porcentaje
Acceso a servicios publicos
Perfiles de cohesión social Menor acceso a servicios Alto acceso a servicios
Movilizados 43.2 53.3
Legitimantes 28.8 28.9
Atomizados 28.0 17.8
N=100% 729.0 242.0

La Tabla 3.12 muestra que en barrios con alto acceso a servicios públicos los respondentes se ubican con más probabilidad en un perfil de cohesión movilizada, mientras que en barrios con escaso acceso a servicios públicos se ubican con más probabilidad los respondentes de perfil atomizado. De todas formas, también hay una mayor proporción de movilizados en barrios con bajo acceso a servicios educacionales. No hay diferencia notoria en el perfil de cohesión legitimante. En suma, en los barrios donde los servicios públicos no alcanzan a cubrir las necesidades de la población se encuentran con más probabilidad perfiles atomizados, si bien estos representan una proporción menor en el conjunto.

3.4 Conclusión

Los tres perfiles de cohesión social en la población encuestada por ELSOC muestran claras asociaciones con los elementos habilitadores e inhibidores considerados en el informe. El carácter bi-variado del análisis involucra que los efectos tomados por separado no agotan la explicación de las formas que toma la cohesión social dentro de la población. Una explicación más completa de la cohesión social debe tomar en cuenta los efectos netos de cada elemento, así como las posibles interacciones entre factores explicativos. Por el momento, se pueden hacer algunas consideraciones iniciales que deberán ser elaboradas posteriormente con elementos más complejos.

Un primer nivel de análisis de los elementos habilitadores e inhibidores corresponde a características individuales de los respondentes. Sin duda, los aspectos socio-demográficos muestran una asociación clara, si bien no siempre fuerte, con los perfiles de cohesión social. El perfil movilizado describe a individuos activos en participación cívica, respetuosos de la diversidad, y que muestran orientaciones prosociales. En la muestra ELSOC, este tipo de perfil corresponde a respondentes que poseen empleo formal, generalmente hombres, más jóvenes, con mayor educación y mayor ingreso. El perfil legitimante corresponde a respondentes que se identifican con el país y sus barrios, creen que las personas son recompensadas por su inteligencia y esfuerzo y exhiben un nivel de confianza más alto en las instituciones. Este perfil presenta rasgos opuestos al movilizado, con respondentes en empleos informales, de mayor edad, generalmente mujeres, de menor educación y menor ingreso. Entre los atomizados, el único rasgo individual distintivo corresponde a su menor ingreso.

Un segundo nivel de análisis corresponde a una estimación de los efectos que el entorno puede tener sobre los niveles de cohesión reportados individualmente. Los procesos de formación de opiniones, el esfuerzo o sanción de conductas son elementos asociados fuertemente con experiencias de tipo micro-social, generalmente territoriales. Aprovechando la geo-referenciación de los datos ELSOC, utilizamos datos censales para estimar características del barrio de los respondentes, las que fueron comparadas con sus perfiles de cohesión. Los efectos muestran rasgos distintivos que indican la operación de procesos locales que modifican el peso del nivel individual. Los efectos encontrados a nivel individual no se replican de la misma forma en las agrupaciones territoriales, lo cual abre una agenda de investigación enfocada en territorios locales.

A nivel de los territorios, cabe destacar en general que en las regiones Metropolitana y de Valparaíso se encuentra la mayor proporción de movilizados, sin que haya pautas claras para las restantes regiones. Estos datos deben tomarse con cautela, porque la muestra no está diseñada para representar regiones.

En los barrios de los/as respondentes se pueden apreciar efectos que modifican lo encontrado en el nivel individual y que pueden asociarse con fenómenos de segregación territorial. El perfil movilizado se caracteriza por mayor proporción de ocupados, así como mayor homogeneidad en el nivel de educación de los/as sostenedores/as del hogar, menor proximidad peatonal a los establecimientos educacionales, pero disponibilidad de servicios públicos adecuados a las necesidades de la población. Si bien existe una cierta asociación con el mayor estatus socioeconómico que reflejan los factores del nivel individual, la homogeneidad educacional debe asociarse con formas de segregación territorial de la población de mayor estatus social. El perfil legitimante, por su parte, se caracteriza por mayor mixidad educacional, mayor proximidad peatonal a establecimientos, pero menor disponibilidad de servicios, así como menor proporción de ocupados. La mixidad aparece asociada entonces con un perfil de cohesión social que refleja la identidad nacional y territorial, así como la confianza en el modelo de integración. El nivel de análisis territorial permite establecer asociaciones claras con el perfil atomizado, que se caracteriza por territorios en los cuales se aprecia homogeneidad educacional probablemente baja y altos niveles de desempleo.

Bibliografía

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